Descripción

En esta sesión se busca ayudar a caer en la cuenta de que en la vida se van dando experiencias que son las que nos configuran como personas, en determinados momentos nos cambian la vida y nos abren a la dimensión de la transcendencia, porque nos interpelan y nos “llevan más allá”, nos sacan de los límites de la realidad material e inmediata. Lo más importante de nuestra vida lo aprendemos y conocemos por experiencia, no por un mero aprendizaje intelectual.

Objetivos generales del itinerario

Objetivos de la sesión

Adultos: Tomar conciencia de que en la vida se viven momentos que nos van configurando como las personas que somos, que nos sacan de nosotros mismos y nos abren a la transcendencia.

Niños: Distinguir experiencias de alegría, tristeza o miedo

Esquema

Comenzamos todos juntos con la presentación de los participantes y el contenido de la sesión. A continuación, se separan adultos y niños.

A los adultos se les propone la dinámica “Las experiencias de mi vida” y a continuación un diálogo para ayudar a caer en la cuenta de cuáles han sido las experiencias profundas por las que cada uno ha ido pasando en su vida y qué le han aportado como persona.

Para continuar se lee en grupo el texto sobre “La experiencia humana” y se entabla un diálogo a partir de la lectura. Simultáneamente, con los niños comenzamos con unos ejercicios sencillos de relajación que nos permitan centrar la atención del grupo. A continuación, proponemos tres dinámicas relacionadas con el tema. Pueden realizarse las 3 o elegir 1 ó 2 entre ellas, adecuando al tiempo y espacio disponible, así como a la configuración del grupo (número y edades de los niños). Las dinámicas son: “A pasear”, “Escucha y espera” y “¿Cómo estoy hoy?”

Para terminar la sesión se vuelven a juntar padres-madres y niños para compartir una oración de acción de gracias a Dios por las experiencias que nos han ayudado a crecer en la vida y ser quienes hoy somos.

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