I – La vida: una experiencia que nos trasciende
Sesión 3. La fe: una experiencia
Descripción
En esta sesión nos preguntamos qué experiencia de fe tenemos (o no). Se trata de ayudar a caer en la cuenta (o revivir y profundizar) que ser creyente no es sólo adherirse a unas ideas, profesar unas creencias o adoptar un determinado comportamiento, sino que se trata de una experiencia que da sentido al conjunto de la vida[1].
Objetivos generales del itinerario
Adultos
- Descubrir la dimensión trascendente de la vida que posibilita la apertura al Misterio de Dios desde la tradición de Jesús. (Dimensión conversión)
- Descubrir que la experiencia cristiana tiene implicaciones en la vida social y personal (Dimensión conversión)
Niños
- Abrirse a la dimensión trascendente (Dimensión conversión)
- Experimentar el vínculo afectivo de confianza con Dios Padre y con Jesús (Dimensión conversión)
- Reconocer a Jesús como Amigo que nos quiere (Dimensión catequética)
Objetivos de la sesión
Adultos:
- Tomar conciencia de la necesidad de dar sentido a las cuestiones fundamentales de la vida
- Descubrir que la fe cristiana es una experiencia de encuentro con Jesucristo que da sentido al conjunto de la vida
- Conocer y dejarse interpelar por el testimonio de otros creyentes.
Niños:
- Conocer a Jesús como Amigo cercano que nos quiere y siempre está a nuestro lado
- Despertar a la relación de amistad con Jesús
Esquema
Comenzamos todos juntos con la presentación de los participantes y el contenido de la sesión. A continuación, se separan adultos y niños.
A los adultos se les lanza una pregunta que permita provocar la reflexión sobre el tema que vamos a tratar: “¿Qué es para ti la fe? ¿Qué entiendes por tener fe?” Se deja un rato en el que las personas van expresando su idea sobre la fe. A continuación, se propone hacer una lectura comentada del texto “La experiencia de fe”.
Tras la lectura y reflexión sobre el texto se compartirá el testimonio de fe de las personas de la comunidad que previamente habrán sido invitadas al grupo y se entabla un diálogo con ellas, en el que se motiva que cada uno vaya narrando su propia experiencia de fe.
Por otra parte, a los niños se les anuncia que van a conocer a un Amigo muy especial. Un amigo que nos quiere y que está siempre con nosotros. Se llama Jesús. Entre todos vamos a construir un mural que será el “retrato” de Jesús y a medida que lo hacemos el animador irá presentando quién es Jesús. A continuación, proponemos a los niños que cada uno exprese algo a su Amigo Jesús.
Para terminar la sesión se vuelven a juntar las familias para hacer un último gesto oracional.
[1] Se recomienda a los animadores la lectura de los capítulos 2, 3 y 4 de la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria, Vivir la experiencia de la fe, Cuaresma – Pascua 2003.
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Recursos de la Sesión 3
De momento, no hay otros recursos asociados a esta sesión.